Cómo prevenir recaídas: lo que los padres pueden hacer para apoyar después del tratamiento

Cómo prevenir recaídas: lo que los padres pueden hacer para apoyar después del tratamiento
Salir de una adicción es un gran logro, pero mantener la recuperación es un desafío continuo. Las recaídas pueden ocurrir, y no deben verse como fracasos, sino como parte del proceso. Los padres juegan un rol crucial en prevenirlas o afrontarlas de forma saludable.
Una de las claves está en mantener una comunicación abierta y constante. Preguntar cómo se siente el hijo, cómo va su proceso, y validar sus emociones puede prevenir que recurra al consumo como escape.
Otra herramienta poderosa es ayudar a establecer rutinas saludables: horarios estables, alimentación equilibrada, ejercicio, y actividades recreativas o vocacionales. Esto brinda estructura y sentido al día a día.
Evitar los entornos de riesgo también es esencial. Esto incluye viejas amistades vinculadas al consumo, fiestas o lugares que puedan ser desencadenantes. Algunos padres incluso colaboran en buscar nuevas redes sociales para sus hijos: deportes, voluntariados o talleres.
Acompañar el proceso terapéutico, aunque el hijo ya no esté en tratamiento intensivo, es otro factor protector. Las visitas periódicas al psicólogo o grupos de seguimiento ayudan a reforzar avances y detectar alertas tempranas.
Y si llega a haber una recaída, es vital mantener la calma. En lugar de reprochar, es mejor abordar la situación con empática firmeza y reactivar el plan de apoyo. La recaída no borra el esfuerzo realizado, solo indica que hay que ajustar el rumbo.
La prevención de recaídas es una tarea compartida. La presencia, el apoyo y la coherencia de los padres pueden marcar la diferencia entre volver a caer o seguir avanzando en la recuperación
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